Soy Alberto un hombre millonario, toda mi vida he trabajado para tener lo que quiero, y me siento muy orgulloso de eso, siempre quise tener una familia, casarme, tener hijos, y al llegar el dia de mi muerte, poder dejarle mi fortuna a alguien. Lastimosamente, el tiempo paso, los años llegaron y se fueron, ahora soy un viejo de 70 años, sin hijos, pero al menos tengo a mi hermosa esposa, no hace mucho nos casamos, ella es muy joven, apenas tiene 24 años. Si, se lo que estan pensando, todos me dijeron que solo se casaba conmigo por mi fortuna, y para ser sincero yo tambien lo pense, pero en mi soledad y avanzada edad, ya solo pensaba en no morir solo. Asi pues, le he dejado todo a ella en mi testamento, aunue aun no lo sabe, y no me arrepiento, porque ahora que estoy en este estado de coma, ella esta a mi lado siempre, dia y noche, siempre que estan los medicos viendome, ella llora por mi, nunca crei que me amara tanto, yo estoy paralizado, solo puedo escuchar lo que hablan alrededor mio, pero siento su calor y su amor, ella es mi hermosa esposa.
Yo siempre he sido un hombre muy saludable a pesar de mi edad, no se como me enferme de esta forma, recuerdo haberle pagado a mi esposa un viaje por el caribe, era algo que siempre me decia, ella fue sola, al regresar, vino algo cambiada, no le di importancia, lo ultimo que recuerdo antes de quedar en este estado, fue haber comido una deliciosa cena.
Ahora estoy aqui en esta cama de hospital, escuchando como los medicos se acercan a mi, y no me dan esperanza de vida, no logran descubrir que fue lo que me paso, quisiera poder moverme y abrazar a mi esposa que esta al lado mio, y secar sus lagrimas, se que esta sufriendo por mi.
Debo confesar, que he estado escuchando otras voces, que no son de los medicos, ni de mi esposa, son como murmullos, como si fueran espiritus que rodean mi cama, y me tocan, aveces siento como si se acostaran junto, siento algo de miedo, pero creo que son angeles que me cuidan, angeles que entran en la habitacion, cuando mi esposa viene a verme, no los veo, pero los siento.
Hoy algo a pasado, la maquina que registra las pulsaciones de mi corazon, a dejado de funcionar, siento que los medicos entran corriendo, estan tratando de revivirme, golpean mi pecho, me electrocutan, dicen que estoy a punto de morir, pero como puede ser, si yo los estoy escuchando, escucho a mi esposa gritar desesperada, estan los angeles conmigo…..
Lo siento señora Gonzalez, su esposo a muerto…..dijo el doctor
No, no he muerto, necesito moverme, necesito hacer algo, mi corazon ……..
En ese momento Alberto perdio el conocimiento y murio, ya que su corazon habia dejado de latir….pero al cabo de un tiempo, su corazon se reactivo, aunque debilmente, pero esto le permitio, recobrar su conciencia, solo para darse cuenta de que estaba en una morgue, el continuaba paralizado, y escucho a su esposa decir que ya era hora de llevarlo a ser incinerado, ya que el le habia comentado no querer ser enterrado, al escuchar esto Alberto entro en panico, pues aun estaba vivo, en el trayecto hacia la camara de cremacion, Alberto no entendia como era posible que nunca se supiera de su extraña enfermedad, pero recordo el viaje de su esposa al caribe, recordo su juventud, recordo la deliciosa cena que ella le habia preparado antes de caer enfermo, y recordo el cambio de su esposa…
Estando listo para ser introducido dentro de la camara de incineracion, Alberto intentaba mover un musculo, un dedo, algo que en su desesperacion, les advirtiera a todos que estaba vivo, alrededor estaban su esposa y los angeles que siempre lo cuidaban, Alberto milagrosamente logro parpadear una sola vez, pero su esposa lo logro ver, sorprendida se acerco a el….
Oh gracias a Dios y a estos angeles, mi esposa me vio, y viene a rescatarme…si mi amor estoy vivo, sacame de aqui…..se decia Alberto
A lo que su esposa, se agacho para decirle algo al oido:
Querido, acaso crees que no se que estas conciente?, necesito el dinero, y no puedo esperar a que mueras naturalmente, aprendi muchas cosas en el viaje al caribe, entre ellas un potente veneno, y esos angeles que se que sientes a tu alrededor, no son precisamente eso…Adios mi amor!
El corazon de Alberto se destruyo al escuchar esto de su amada y joven esposa, y mientras era ingresado a la camara de incineracion, una lagrima corrio por su mejilla, pero no sin antes poder ver por ultima vez a su esposa rodeada por los demonios que le habian dado tal poder y su sonrisa, ya era tarde para Alberto, las llamas lo consumieron, estando aun vivo.
Autor: ECEBA